viernes, 8 de abril de 2011

Cabezota

Una hormiga, una sola hormiga puede pretender cargar más peso del que realmente se puede permitir, es tozuda, lo intenta una y otra vez. Pero no es tonta, se da cuenta de que no puede, aún así no se rinde, hoy no ha podido pero mañana podrá.
Al día siguiente lo vuelve a intentar, no puede, es imposible, ella es muy pequeña, débil e indefensa. Al tercer día, se ha rendido, se encierra en su hormiguero, se plantea cargar con otra pieza, pero ese no es su objetivo, no quiere ver cómo otra hormiga pretende hacerse con su carga. La hormiga impotente, decide asomarse para ver qué tal lo lleva la otra hormiga, y se alegró ante la sorpresa de que se ha rendido antes de lo previsto, realmente no lo necesitaba, no lo quería de verdad.
Al cuarto día, nuestra hormiga ha decidido que encerrarse a llorar sólo va a quitarle fuerzas. Va a salir ahí fuera y va a hacer todo lo que esté en su mano para lograr su objetivo. Conoce entonces a un grupo de hormigas en el que había una que le dijo que lo dejara, que nunca sería capaz, que era muy complicado, que no merecía la pena, que estaba destinada a tropezar, simplemente no. En cambio, otra le dijo que no se rindiera, que lo tenía que seguir intentando, que lo lograría si de verdad lo quería, que si tenía que pasar pasaría pero que jamás se diera por vencida.
Entonces la hormiga se decidió. Discretamente se acercó a su "presa" y muy sutilmente lo intentó, fracasando; usó un poco más de fuerza y estuvo a punto de conseguirlo. De fondo se escuchaban los abucheos y ánimos de las otras dos hormigas.
Decidida está ahora a volverlo a intentar y a no salir desilusionada, simplemente tiene que ignorar los abucheos y centrarse por completo en los ánimos y en las muchísimas ganas que tiene de conseguirlo.

No sabemos que pasará...

1 comentario:

  1. aii mi hormiguita!!!!...yo no seré tu amiga hormiga que te dice que sigas no?? Jajajaja me gusta mucho pq es diferente totalmente de lo que habias escrito hasta ahora. Un besito

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